¡¡Wakan Tanka tunga shila how!!

Gran Misterio

martes, 24 de enero de 2012

¿Dónde habita el olvido?

Entre tanto olvido se olvidó de que crecer es un paso que suma otro y un caer. Se olvidó de que hay veces que los traspiés son para aprender  y no sólo del mundo sino de uno mismo, que gira continuamente dando vueltas en uno u otro sentido.
Se olvidó de la locura de dejarse llevar por el corazón y ahora sigue a un buen pastor. Se olvidó de saber reaccionar y ahora se suele equivocar. Se olvidó del susto y ahora se lleva mil disgustos. Se olvidó de la poesía y ahora se crispa con las noticias. Se olvidó de las moralejas y ahora cae en el olvido. Se olvidó de quién era y el espejo dice verdades como puños.

viernes, 4 de marzo de 2011

Antes de dormir

Mentes descalzas en mis sueños vagan.
Y añoro de éste modo las buenas veladas.
Un sentimiento afloja en un corazón desolado.
Y más de una mentira purifica la mente ardiente que engaña el inconsciente.
¿Y tú quién eres?
Pregunto a la almohada reflejando mi alma en las lágrimas que la manchan.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Manos blancas

Preocúpate solo de encontrar a que agarrarte. Aguanta firme el peso de tu cuerpo aunque a veces sientas que te tiemblan los brazos. Salta felina y engánchate fuerte.
Busca la precisión y la firmeza. Busca el sitio donde tus manos se adapten mejor. A veces nos caemos…no estuvimos atentos. ¡Otra vez! Recuerda… sé precisa en tus movimientos no dudes. No enredes tus piernas. No quieras aferrarte al mismo surco, eso anulará tu superación.
Ni tiempo ni prisa. Movimiento y decisión. Cuerpo, roca y magnesio.

Y nada más es importante.


lunes, 31 de enero de 2011

Instrumental.




















Mi cabeza anda concentrada en desconcentrarse últimamente.
Y el gallo de la conciencia ya no toca el saxo como antes.
Pese a todo mis pies siguen andando sobre un código morse.
Y suena a mente descalza susurrar algo de buena guisa en tu oreja.
Mis palabras se clavan y retuercen.
Baila mi daga en tu pecho un tango de espinas.
Me roza el inconsciente la lengua cuando me arranco las palabras.
Y tu alma suplica, que no la rocen mis dedos calientes.
Desesperados, perecen en el suelo mis vientres. Mis tripas son la soga de tu mala cabeza.
Y tú...
Tú cantas.

jueves, 20 de enero de 2011

A la montaña


Abandona la ciudad, su hedor, sus gritos, su miseria, las prisas y el sabor a CO2.
¡Ven aquí! A los bosques perennes de la Sierra de Madrid.
Escucha cómo canta el alcornoque. Bailan las hormigas, sonríe el musgo y pinta el cielo un jilguero.
Puedes sentir cómo habla el viento y a la vida haciendo círculos, en la planta de tus pies.
El aire cura los pulmones.
Se oxigena tu mente abrupta si eres capaz de escuchar los recitales de poesía del amado silencio. Su voz se esconde entre las ramas.
Aquí no existe la prisa, ni el egoísmo, ni el desequilibrio.
Aquí en las esquinas huele a hierba húmeda y las flores  guiñan un ojo al Sol.
Y ahora si quieres paga un euro y viaja en el magnífico metro.


lunes, 17 de enero de 2011

Caminantes


Este es el Camino.  Anda despacio. Es un camino que empezaste a recorrer a gatas, ¿lo recuerdas? Tropezabas y caías una y otra vez. De culo o de bruces, pero siempre te ponías en pie.
A veces te bloqueas, lo sé. Son las jaras que se pegan a la piel. Tú te desesperas. Llegas al punto en que te arrancas la piel, desgarras los recuerdos, muerdes el amor y aniquilas el pasado que quema el corazón.
¡Vacía tu mochila! Apesta a plomo toda la ira que llevas dentro. Pesa demasiado la decepción.
Aquí mantén la cabeza libre de aquellos que contaminan de gris camuflado en sonrisas, tu alegría.
Sólo se mira atrás para recordar cómo se curan las heridas.
Y mira cómo envejecen las historias, cómo se amarillean las hojas de tus días, escritas en boli bic, envueltas en la magia de un diario.
Marcas árboles, paredes, cementos…
Estás viva.

domingo, 16 de enero de 2011

No me conformo. Miguel Hernández

No me conformo, no: me desespero
como si fuera un huracán de lava
en el presidio de una almendra esclava
o en el penal colgante de un jilguero.

Besarte fue besar un avispero
que me clava al tormento y me desclava
y que cava un hoyo fúnebre y lo cava
dentro del corazón donde me muero.

No me conformo, no; ya es tanto y tanto
idolatrar la imagen de tu beso
y perseguir el curso de tu aroma.

Un enterrado vivo por el llanto
una revolución dentro de un hueso,
un rayo soy sujeto a una redoma.