A destajo, fluimos entre ácidos

Tengo 3 libretas. Dos de ellas ya están gastadas.
La tercera siempre va conmigo. Escribo en ellas cosas que luego caen en este blog.
Mi primera libreta habla de un pasado ya muy pasado y no por el tiempo, sino por los cambios. Se llama "En estado puro"
Mi segunda libreta fue de la transición entre lo que fui y lo que soy, restos del final del pasado. Se llama"Donde te lleve el viento"
Y por último la que llevo en el bolso, la que está tan sólo empezada, "La voz del Silencio".

Aquí hoy recojo, después de unas cuantas largas horas perdida entre Hendrix (en altavoces y sobre papel y entre lápices de colores) Una de las páginas de "En estado puro"
...
En los bosques relucían fosforitas las drogas psicodélicas.
Del altavoz salían espirales que atrapaban a los gorilas, que bailaban al son de ese sonido eléctrico y taladrante que bajo el efecto del "pichu" nos encantaba.
Nos convertiamos en exclavos de la noche, del Dj, de la droga, de piyar y esnifar, de buscar "un ajo", meterse un ajo y dejar que fuese el dueño del pedo la noche del sábado en los bosques de Madrid.
Mientras, en la capital, los niños sueñan con que llegue de Bilbao un buen tema o alguien les sorprenda con algo nuevo... tal vez anestésico para caballos.
Los drogadictos, los de toda la vida, se pasean con la mirada perdida y los niños (no sé yo porqué) ansían verse en esa situación, meterse hasta obtener esa acribillada mirada ¿superior? se pasean ante la vida sin preocupaciones, no se preocupan por el mañana, porque no habrá mañana, NO FUTURE.
Estos niños quieren meterse hasta el culo y que les cuide papá. No quieren dejarlo, esa condición les mantiene en el juego, en el vicio, en la exclavitud...¿y luego nos quejamos de falta de libertad? Hipócritas.
Si es que todos somos unos absurdos hipócritas... y cómo llena esa palabra en mi boca. Me encanta.
Los ketosos sueñan con okupar Londres entero y compartir su condición con más dejenerados...¿Vida equilibrada? Un colchón, un amigo, un polvo esporádico (si es que aflota el amigo), un porro y un televisor.
Ingenuos.
Ingenuos los niños que ven eso como un buen futuro.
Ingenuos los niños que quieren ojos hundidos, mandíbulas descarriladas y mofletes submarinos.
La droga genera descontrol, catasis, malestar, dependencia y estrés. ¿Atractivo?
-Un Rioja, camarero.

Mi Dehesa

Te deshaces de todo.
Paras de leer por un segundo opiniones externas, de todo el mundo.
Te paras en seco y miras a tu alrededor, deja de hacer preguntas y rebuscar la conclusión.
Bloquea la Filosofía, la Ética, la Política, el existencialismo.
Bloquea el paso del tiempo y su peso en el arte.
...
Piérdete en mis montañas y sólo recuerda el camino que siguen las arañas.
Cierra los ojos y estira los brazos. Respira, toda la vida envolviéndote.
Siente el fin de todo, que sólo es lo propio de VIVIR.
Notarás cómo sonríe un árbol.
Y mil ojos observándote que no llegarás a descubrir.
Sentirás la hierba creciendo, el rocío cayendo, la noche despertando.
Sentirás la lluvia en el pecho, el barro en las manos, el grito callado.
Sentirás el silencio, voz del amado Misterio.


Ésta es mi montaña, mi Tierra Santa.
Éste es mi lugar secreto, éste es el sitio donde se aprende a vivir sin prisas.
Aquí nadie te resolverá las dudas con monólogos.
Cuando grites nadie contestará, porque aprenderás a descifrar la respuesta en el viento.
Hasta que no entiendas la vida de la naturaleza, no entenderás la tuya.
Cuesta aprender en mi montaña.
Serás tú el que caiga, el que alimente a las fieras.
Serás tu el que se enganche a las zarzas.
.
El viento te acariciará las orejas y las opiniones las seca el río.
La ira no existe. Sólo se busca alimento.
Y la Nana, vuelve corriendo. La perdí de vista, olía su presencia.
Y la Luna amanece y me da las buenas noches.

Es hora de volver a la cueva.

La armonía

Entre el Sol y el viento dispongo de unos magnificos pies que extrañan la fina arena que trae el mar a mis costas gallegas.
Y la morriña me desvela la nostalgia en un día que poco a poco se nubla.
Con el calorcito de la chimenea y a la espera que algún que otro pirata amarre en mis mares, voy pintando sacerdotisas de tez verde y mantos púrpuras.
El secreto está en la música nativa, el café recién hecho y el grito de las águilas.
Y aquí sólo suena eso.
Shhhh
Se respira la paz en este hogar, fina nostalgia.

Madre Tierra

Oh Gran Espíritu, escucho tu voz en los vientos.
Y tu aliento concede vida al mundo.
Óyeme. Soy pequeña y débil.
Necesito tu fuerza y sabiduría.

Déjame caminar en la belleza
y haz que mis ojos vean siempre
el rojo y púrpuro amanecer.

Haz que mis manos respeten
las cosas que tu has hecho
y que mis oídos se afinen ...
para escuchar tu voz.

Hazme sabia
para que pueda entender las cosas
que enseñastes a mi pueblo.

Déjame aprender
las enseñanzas...
que escondistes en cada hoja
y en cada roca...


Deseo la fuerza.
No para ser más fuerte que mi hermano
Sino para luchar contra mi mayor enemigo.
Yo mismo.

Haz que siempre esté lista para ir hacia tí.
Con las manos limpias
y los ojos puros.

Así...
cuando mi vida se apague
como se apaga el atardecer
Mi espiritú podrá ir hacia tí.

SIN AVERGONZARSE

Oración Sioux.

¿Madurez o inmadurez?

Definitivamente me parece una de las preguntas más gilipollas que una persona se puede hacer.
Demasiado abstracta para tratarse de un tema tan objetivo.
Además es una pregunta que no se puede responder sobre uno mismo.

Existen personas atrapadas auna inmadurez circunstancial debido a un contexto espacio-temporal demasiado infantil. En estos casos la idea de madurez sólo será un reflejo del verdadero significado.
A veces aparecen personas que idealizan la madurez.
Veamos:
Se idealizan las deidades, lo inalcanzable que se ansía agarrar.
Es por ello que la gente que idealiza la madurez se te venderá como quien vende pastillas para adelgazar con un peso superior a 80Kg.
Alardearán de su madurez como quien alardea de un bolso de Prada, mas dicho bolso, nunca fue mostrado.


Por otro lado hay gente que en su vocabulario no agregan esa palabra, no la utilizan porque no la necesitan.
No necesitan explicar al mundo que lo son y porqué lo son, eso se lo dejaremos a los que actúan con falsa madurez.
Esas personas tampoco necesitan compararse para crear una idea en otros.
Sara es un buen ejemplo de unapersona madura. Ella es joven per lleva su vida de una manera asombrosa, envidiable. Ya camina en su vida sin muletas.
Se gana sus perras, es responsable, piensa antes de actuar, no intenta crearse, sino que sabe lo que es. Sabe argumentar de forma clara sus ideas, mantiene el autocontrol y un poder mediador que la salva del estrés. No necesita mostrarse, porque es de una manera clara. Aparece su ser de forma sutil, deliciosa, sindo un manjar degustarla.

Respecto a mí me niego a analizarme. La madurez se alcanza sin darse cuenta, pero no me agrada que la gente se venda de lo que no es. Esa venta les bloquea en su crecimiento y desarrollo.
Al menos sé que me veo rodeada de un entorno excepcional que me ayuda día tras día a ser persona., con traspiés mínimos que enseñan pero no dañan.
Y por ello no puedo permitir que nadie me bloqueé en mi camino.

Aullando a la Luna

La noche me sabía a mermelada. La Luna nos mecía suavemente, de izquierda a derecha y yo volaba.

La marihuana se consumía y nuestras conversaciones seguían atadas a la idea de un buen obrado.

Y es que las dos habíamos cortado con un par de entes idealizados y bien maquillados de sonrisas, que resultaron ser risas histéricas y de mentiras, que nada tenían de piadosas.

Las dos nos abrazamos y aullamos a la Luna, ella me daba unas caladas de lo que prendía su boca, yo una chusta evadista.

Nuestras miradas se cruzaron y me di cuenta. Esa mirada, la había visto antes. Es la mirada de quien se agarra a la vida y a los pequeños placeres, platos de gusto para corazones suicidas.

Mi mano la agarró con fuerza. Nunca la escucho demasiado, pero a veces las palabras sobran. Pero a veces no hay ni un jodido diccionario que explique que se siente.

Ella ama y a corazones maltrechos medicinas de abrazos. A adictos a los besos, sonrisas melladas. A colonias masculinas, olor de cachimba. Y a exnovios, amigas.

Te quiero, Loba

Un Limonero. Para Arancha.

A veces hablo con Arancha.

A veces cuando hablo con Arancha siento que nos necesitamos.

A veces al hablar con Arancha, si cierro los ojos, veo un árbol.

Es el árbol más bonito que he visto. No tiene la copa muy alta, pero ¡Joder! Roza el cielo mejor que el interminable ciprés.

A veces puedo hasta acariciarlo y sólo ella sabe lo que siento entonces.

Me llamo Corteza. Mi trabajo consiste en cobijar a estas blandas carnes. Soy pétrea y agrietada, llena de corazones que marcaron niños en verano.

Ella es Carne, es la parte dulce y tierna, a la que protejo del rastro maloliente de perros.

Ella fué un arbolito dulce y tierno y todos querían convertirla en leña. Buscaba alguien con quien endurecerse.

¿Yo? Yo buscaba alguien que me llenara y suavizara, que me diera calor.

Hace poco a nuestro arbolito le salió una rama, abriendo canal desde dentro, desde la Carne. De ésta ramita buena pinta hay de salir dulce manjar. La carne absorbe más sustrato que nunca. ¡Primer fruto!

Se acercan buenos tiempos.

Colchon con estampado floral

Me dejé llevar por el silencio, por ese suspiro que pareció interminable.
Me hice hija del viento que sale en bocanada inyectado en su olor.
Dejé que salpicara una sonrisa mi cara mientras escuchaba esa canción que me empapaba por dentro.
Me dejé convencer por el amor y le abrí las piernas para que entrase hasta el corazón.
Mi boca susurró mojada en lluvia aquello que sentía en la raiz de los pies.
Y ese suspiro... mereció la pena.
Fundamos una asociación de lágrimas cuyo lema reivindicaba la libertad de crear caminos a través de unas mejillas sin domesticar.
El fuego excitado clamó entre los dientes y un grito de guerra ensordeció al amado silencio.
El pelo crecía deprisa, se agitaba de esencia cuando sus manos lo enrredaban.
El tiempo prendió con su fósforo y después de quemarnos al rojo vivo, cada vez que nos mordiamos la boca hasta sangrar... se nos volaron las cenizas.
Y de todo ello, todo sentido y miradas vidriosas no queda nada más que besos no dados, pieles que extrañan caricias, almas en oferta y fragmentos de poesias sin terminar.