Paras de leer por un segundo opiniones externas, de todo el mundo.
Te paras en seco y miras a tu alrededor, deja de hacer preguntas y rebuscar la conclusión.
Bloquea la Filosofía, la Ética, la Política, el existencialismo.
Bloquea el paso del tiempo y su peso en el arte.
...
Piérdete en mis montañas y sólo recuerda el camino que siguen las arañas.
Cierra los ojos y estira los brazos. Respira, toda la vida envolviéndote.
Siente el fin de todo, que sólo es lo propio de VIVIR.
Notarás cómo sonríe un árbol.
Y mil ojos observándote que no llegarás a descubrir.
Sentirás la hierba creciendo, el rocío cayendo, la noche despertando.
Sentirás la lluvia en el pecho, el barro en las manos, el grito callado.
Sentirás el silencio, voz del amado Misterio.
Ésta es mi montaña, mi Tierra Santa.
Éste es mi lugar secreto, éste es el sitio donde se aprende a vivir sin prisas.
Aquí nadie te resolverá las dudas con monólogos.
Cuando grites nadie contestará, porque aprenderás a descifrar la respuesta en el viento.
Hasta que no entiendas la vida de la naturaleza, no entenderás la tuya.
Cuesta aprender en mi montaña.
Serás tú el que caiga, el que alimente a las fieras.
Serás tu el que se enganche a las zarzas.
.
El viento te acariciará las orejas y las opiniones las seca el río.
La ira no existe. Sólo se busca alimento.
Y la Nana, vuelve corriendo. La perdí de vista, olía su presencia.
Y la Luna amanece y me da las buenas noches.
Es hora de volver a la cueva.
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