lunes, 31 de enero de 2011
Instrumental.
Mi cabeza anda concentrada en desconcentrarse últimamente.
Y el gallo de la conciencia ya no toca el saxo como antes.
Pese a todo mis pies siguen andando sobre un código morse.
Y suena a mente descalza susurrar algo de buena guisa en tu oreja.
Mis palabras se clavan y retuercen.
Baila mi daga en tu pecho un tango de espinas.
Me roza el inconsciente la lengua cuando me arranco las palabras.
Y tu alma suplica, que no la rocen mis dedos calientes.
Desesperados, perecen en el suelo mis vientres. Mis tripas son la soga de tu mala cabeza.
Y tú...
Tú cantas.
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