Una Luna traviesa

Dulce luz que alumbra la ternura, no tiene ni idea de lo que esconde la duda.
La Luna golfea todas las noches, mas todos saben que de quién se engancho, sólo fue del Sol.
Observandole al otro lado del horizonte, la enamora locamente, con su cálida puesta, escondiendose bajo el mar.
Yo sé lo que siente la Luna por el Sol, que jamás lo podrá tocar.
Ella sabe que se tendrá que conformar. sólo mirandolo, durante la eternidad.
Pero un día, un río trajo el rumor de que bajo la tierra, una noche se les oyó besar.
Fué la Luna quié hizo novillos y no se presento en el cielo aquella noche.
Y fué el Sol, quien al día siguiente tuvo que ponerse en pie y comenzar a despertar.
Pero fue aquel día con resaca de champán cuando decidió, que no quería currar.
En la cama se mecía su Luna, y él la haría compañía.